Con la magia ofrecida por un simple ajo que todos poseemos en la cocina, se puede recuperar la relación casi de inmediato, que generalmente se ha producido por una confrontación previa.
Se requiere:
- Un diente de ajo (el más grande que podamos conseguir)
- Siete alfileres
Primero debe pelar el ajo, posteriormente con el alfiles escribir en el largo del ajo el nombre de la persona. Ahora con el mismo alfiler que acaba de usar lo tendrá que clavarlo verticalmente en el ajo y también tres más; pondrá los tres restantes horizontalmente y que la colocación de los alfileres forme una cruz.
Al clavar cada alfiler debe hacer la siguiente oración:
“Que este alfiler recoja la rabia de (nombre de la persona)”
Si el ritual lo ha efectuado correctamente el ajo dejará de desprender su natural y peculiar aroma, pasará a no poseer esencia e inclusive puede tomar la fragancia de esa persona a la que va dirigido la magia.
Después de unos 30 minutos de reposo de lo efectuado deshacerse de este, lo ideal es en un manantial, rio, lago o al propio mar.
